jueves, 12 de junio de 2014

Brasil 50: el Maracanazo

Hoy empieza la fiesta del fútbol y también empieza nuestra serie de post sobre los mundiales. Y que mejor que empezar recordando la última vez que Brasil fue sede de este evento. 

Eso ocurrió en 1950 y aunque los brasileros juraban que iban a salir campeones perdieron frente a Uruguay en uno de los partidos más emocionantes de la historia. A continuación recordamos ese episodio conocido como el Maracanazo.
 

El mundial de Brasil 1950

La IV Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Brasil, entre el 24 de junio y el 16 de julio de 1950, siendo la primera tras la suspensión de los mundiales de 1942 y 1946 por causa de la Segunda Guerra Mundial.
 
Aunque se organizó un mundial para 16 selecciones, solo participaron 13 tras la cancelación de Escocia, Turquia y la India, ésta última porque a sus futbolistas no se les permitió jugar descalzos.
 
Afiche del Mundial Brasil 50
 
Las 13 selecciones se acomodaron de la siguiente manera: Grupo A: Brasil, Yugoslavia, Suiza y México, Grupo B: España, Inglaterra, Chile y Estados Unidos, Grupo C: Suecia, Italia y Paraguay y Grupo D: Uruguay y Bolivia. Los ganadores de cada grupo jugarían un cuadrangular final para definir al ganador de la Copa Jules Rimet.
 
Brasil, España, Suecia y Uruguay fueron los que pasaron al cuadrangular. Los resultados de las dos primeras rondas permitieron que en el último partido, se enfrenten los dos únicos posibles aspirantes a levantar la Copa. Brasil, que llegó con cuatro puntos tras aplastar a Suecia (7-1) y España (6-1), y Uruguay, que había conseguido tres puntos por ganar a Suecia (3-2) y empatar con España (2-2).
 
El goleador brasilero Ademir en un ataque frente a Suecia
 
El Maracanazo
 
El 16 de julio se jugó el partido definitorio en el estadio Maracana de Rio de Janeiro. El equipo uruguayo formaba con: Máspoli, Matías González, Tejera, Gambetta, O. Varela, Rodríguez Andrade, Ghiggia, J. Pérez, Miguez, Schiaffino y Morán. Mientras que los brasileros alinearon a: Barboza, Da Costa, Juvenal, Bauer, Alvim, Bigode, Friaca, Zizinho, Adhemar, Jair y Chico.

Alineación uruguaya en la final del mundial de 1950
 
El estadio Maracaná estaba repleto, 173.850 espectadores gritaban en las tribunas. Antes del inicio del partido el capitán uruguayo, Obdulio Varela, arengó a sus jugadores así: “No piensen en toda esa gente, no miren para arriba, el partido se juega abajo y si ganamos no va a pasar nada, nunca pasó nada. Los de afuera son de palo y en el campo seremos once para once".
 
Maracana: El estadio más grande del mundo

Pero todos los brasileros estaban seguros del triunfo. Los diarios ya tenían impresas sus primeras planas celebrando, las monedas conmemorativas con los nombres de los futbolistas brasileros estaban listas, igual que las carrozas para el desfile de celebración.  Era tal la confianza que la orquesta ni siquiera había llevado la partitura del himno uruguayo para la ceremonia de premiación. Incluso los organizadores del mundial, considerando que Brasil sería el campeón, habían prometido pintar la fachada del Maracaná con los colores del equipo ganador.
 
A las 3 de la tarde empezó el partido. Desde el inicio el equipo local presionó en busca del gol, para liquidar el partido lo más pronto posible, pero el primer tiempo terminó 0 a 0. En el segundo tiempo las cosas parecían mejorar, apenas a 2 minutos de iniciado, Friaca anotaba el primer gol brasileño para delirio del público.

Sin embargo, en el minuto 21, Ghiggia se escapó por la derecha y tras simular que remataría a la portería centró al área, donde estaba Schiaffino que igualó el marcador. Aún con este empate Brasil era el campeón, pero sin pensar los locales se lanzaron desesperadamente a conseguir el segundo gol.

Primer gol uruguayo 21´ segundo tiempo

Finalmente, en el minuto 34 Ghiggia supera al defensa brasileño Bigode, y finge lanzar un centro. Barbosa comete un error que marcará el resto de su vida: da un paso adelante para cortar el centro y descuida su primer palo. Ghiggia aprovecha y patea un violento tiro que pasa entre el arquero y el poste, anotando así el segundo gol para Uruguay y dejando al estadio en absoluto silencio.
 
Segundo gol uruguayo 34´ segundo tiempo

A las 16.45 horas, el árbitro inglés George Reader silbó el final del partido. El presidente de la FIFA, Jules Rimet había ingresado a los vestuarios cuando el partido iba 1 a 1, así que pensó que Brasil había campeonado. Cuando salió del túnel "...un silencio desolador dominaba el estadio. Ni guardia de honor, ni himno nacional, ni discurso, ni entrega solemne. Me encontré solo, con la copa en mis brazos y sin saber qué hacer. En el tumulto terminé por descubrir al capitán uruguayo, Obdulio Varela, y casi a escondidas le entregué la estatuilla de oro, estrechándole la mano y me retiré sin poder decirle una sola palabra de felicitación para su equipo... "
 
 
Lo que significó el Maracanazo

Este resultado para los uruguayos fue una fiesta total. La gente se volcó a las calles a festejar lo que parecía un sueño inalcanzable y los once jugadores celestes se convirtieron en héroes nacionales.


En cambio para los aficionados brasileños el resultado fue una verdadera tragedia. Se cancelaron los preparativos para la celebración y se reportaron numerosos suicidios de aficionados. Luego de esta derrota, Brasil hasta cambió su camiseta, dejando de usar la blanca y empezando a usar la actual verde y amarilla.

Portada brasilera luego del Maracanazo

Después del “Maracanazo” los integrantes de la selección brasilera pasaron al olvido. Ni siquiera Ademir, que fue el goleador del torneo, se salvó del desprecio de la hinchada. Pero el principal blanco de la furia popular fue el arquero Barbosa. Antes de su muerte en el año 2000 Barbosa declaró: “En Brasil, la pena mayor que establece la ley por matar a alguien es de 30 años de cárcel. Hace 50 años que yo pago por un crimen que no cometí y sigo encarcelado, la gente todavía dice que soy el culpable“.

Moacir Barbosa (1921-2000)

Para terminar queremos compartir con ustedes el corto "Barbosa" (1988) protagonizado por Antonio Fagundez y basado en la obra de Pablo Perdigao: "Anatomía de una derrota". En este corto Fagundez viaja en el tiempo hasta 1950 con la misión de evitar el gol de Alcides Ghiggia. ¿Lo logrará?¡Tienen que verlo!
 

 
 

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